sábado, 18 de junio de 2011

EL SUEÑO QUE DEJÓ COLORADO A MONTEZUMA.

ANO – Colorado Springs. Veterano de guerra, Alvin Montezuma, arremete con carabina Hi-Point 995 semiautomática de calibre 9 mm, contra compañeros y personal de casa de retiro. El saldo de víctimas se reduce a una: Alvin Montezuma.

El hombre que tomaba asilo en el centro para ancianos, ingresó en aparente estado de alicoramiento, la mañana del jueves 16 de Junio y prendió fuego contra los que consideraba: “demonios de baja estofa”. En el blog que actualizaba diariamente deja constancia de su creciente insatisfacción con el trato que éstas personas le dispensaban:

“ Geofrey se folla a la intendente Jenny, quien me odia y escupe mi comida. Lo he visto y ha venido repitiéndose constantemente. El desgraciado del Charles no deja de darme sopetones cuando quiero mirar los canarios a través de la ventana . La señorita Danna ha dicho que no sirvo ni como carne para echar a los cerdos. Soy muy bueno y sufro. Los mataré a todos estos infelices, la masacre de Columbine es un juego de niños comparada con las masacres que se veían en mi época”.

El sueño del veterano Montezuma se vio frustrado al no contar con las variantes y las molestias que acarrean los años. La encargada Danna Hopkins, quien fue testigo directa de la escena, dijo en tono jocoso y cabaretero que el hombre entró vociferando contra los vietnamitas alienígenas del umbral del horror. Sin embargo, no recién entró al recinto, tuvo problemas con el escalón de la entrada, el mismo escalón que siempre lo atormentaba, y tropezando dejó caer la carabina. Al tratar de levantar el arma, amenazó dejando claro la seriedad de la cuestión; recogió forzosamente la Hi-Point, siempre maldiciendo la cadera dislocada, y en cuanto agarró el arma trató de apuntar pero el parkinson se lo impedía.

El primer disparo fue contra Dios, pero falló, pues el anciano Joe Fréderic le gritó que a ese Nietzsche ya lo había matado. El segundo disparo fue contra el hombre, pero Melvin Cristoph le dijo que a ese Foucault ya le había dado la hora. El tercer disparo fue contra la mujer, pero la intendente Jenny le dijo que el futuro era femenino y, por tanto, era un escupitajo imperecedero en su sopa. El cuarto disparo fue contra Alvin Montezuma, pero éste le dijo que ya no quedaba más Montezuma que matar después de las luchas extraterrestres en Vietnam.

El condado de El Paso, Colorado, agradece a todos sus visitantes el escupir sobre la sopa de estiércol que se ha destinado como tumba para Alvin Montezuma, veterano y eterno huésped de la casa de retiro de Colorado Springs, paraje obligado para los amantes de las Montañas Rocosas.

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