Por Fileno Schiapacasse
ANO- Puerto Príncipe. Jean Supervielle, el artista Haitiano que ha realizado distintas intervenciones sobre los escombros de Puerto Príncipe, ha llevado a cabo su primer intento por revisitar el accionismo vienés. “No quiero hacerme daño, quiero utilizar a mi cuerpo como el receptáculo de toda la herencia de lo que mi pasado ha dicho”.
Su trabajo titulado “El habla muda del tiempo”, se inspira en el prólogo escrito por Rabelais a Pantagruel, en el cual les deseó a quienes no creyeran la historia, que “la sarna del metisaca, tan menuda como pelo de vaca, bien reforzada con azogue se os meta por el trasero”. “Si bien no pude inocularme sarna, utilicé una cepa de Erisipela”, explicó el artista haitiano después de dejar que su negri-colorado culo fulgiera en medio de la tarde, encima de algunos escombros.
“¡Pantagruel no existió!”, dijo entre sollozos, luego de aplicarse mercurio sobre la zona lacerada, agitándose como un predicador que arenga a las multitudes desde las alturas del Golam . Y agregó: “Con Rabelais me pasa lo mismo que con Jesús: No creo en las historias que cuenta pero sí en él”.
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